jueves, 15 de abril de 2010

EL REENCUENTRO MÁS ESPERADO



¿Qué tal querido? ¿Cómo te ha ido la semana? ¿Me has echado de menos? ¡Yo a tí sí!

Eso mismo es lo que le diría a mi sofá si supiese que puede contestarme, porque señores, ¡qué rachita llevo!!


Con eso de que no quiero quedarme en casa porque "se me caen las paredes encima", estoy batiendo el record de la super lady más nómada de la historia de las mujeres independientes... y hay que ver lo que agota!!! eso sin contar con la pasta que te dejas en gasolina. Un día en tres cantos, y luego al centro, al siguiente en Vallecas y de ahí al barrio, pero a tomar algo, nada de quedarse en casa, una vueltita por el parque y ¿cenamos unas cañas? comemos de pinchos que es la despedida de don fulano e invita, y planeamos ya de paso la cena del jueves que viene... ¡ay, hombre Gonzalo, cuánto tiempo sin verte!! pues el miércoles que viene comemos sin falta... Y el viernes es el cumple de Ana así que algo haremos...

En fin, que se me está ponendo pocha la última compra que hice la semana pasada , que ya mi nevera se muere de la risa cada vez que la abro, sólo para beber algo rápido y de paso comprobar que sigue llena, menos mal, si no me preocuparía. Bien, no tengo okupas.

Pero mi sofá, a ese si que le estoy echando de menos... y encima es más agradecido... no se pocha ni se inmuta, me espera quieto como diciendo "hasta la próxima, muñeca"... ¿cómo no quererlo? Tan grande, tan limpio, tan suave, tan mullido, ¡tan mío y sólo mío! (bueno, de momento, si mi hermana no me lo reclama, claro.)

No sé ni el tiempo que ha pasado sin interactuar, solos él y yo... así que imagináos: según desconecte de nuestra red de vecinos, me conecto al estado vegetativo, a ver telebasura (que también la añoro, reconozcámoslo), y a disfrutar del que nunca me falla y siempre me hace sentir bien.

¿U os creíais que iba a contaros otro reencuentro?

ZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz..........

miércoles, 7 de abril de 2010

INDECISA





Sí, lo soy. Indecisa por naturaleza, por convicción y por eliminación. Pero esto me supera, ya es el colmo. Después de dos meses vuelves a tocar a mi puerta para pedirme lo que ni te atreves a mencionar de vergüenza, miedo y arrepentimiento. ¿Y ahora soy yo la que tiene que tomar una decisión? ¿Ahora la pelota está en mi tejado? Qué sensación más agridulce, qué injusticia tan grande. Lo fácil que es no tener elección, no tener que decidir nada.


Pero ahora decido yo. Y decido que no decido nada. Indecisa. Y por derecho. Es mi turno, me lo he ganado a pulso después de dos meses en los que no me ha tocado más que atajar sin rechistar.


Bien por miedo, bien por cobardía, bien por inteligencia, por defensa propia e incluso por venganza. Ahora decido yo y decido que no decido nada. Por ahora.


Y si no, convénceme.